Por: Manuel Perales Solís
Gaspar Casas y el núcleo socialista primigenio:
Fue, con total probabilidad uno de los primeros en difundir las ideas socialistas en Marmolejo en los primeros años del siglo XX e impulsor junto al ubetense José Lorite Castor, Antonio García “Maqueano”, Andrés Rodríguez e Ignacio Expósito, de la fundación del Centro Instructivo Obrero, organización que aglutinó al Partido Socialista Obrero Español y a la Unión General de Trabajadores desde 1918, con una afiliación inicial de 300 trabajadores de las distintas ramas de la producción. Con bastante diferencia y por razones obvias, los jornaleros del campo constituyeron el grueso principal de esta organización obrera dado el peso del sector agrario en la economía marmolejeña y la abundante mano de obra jornalera necesitada de soluciones al estar sometida con reiterada frecuencia a situaciones de extrema precariedad.
-Gaspar Casas Cano (n.1882-m.1930). Foto reproducción del cuadro existente
en la Casa del Pueblo, dibujado a carboncillo por Juan Rodríguez Aguayo.
en la Casa del Pueblo, dibujado a carboncillo por Juan Rodríguez Aguayo.
Al menos que sepamos Gaspar Casas fue uno de los más antiguos dirigentes obreros socialistas ya que, en la memoria colectiva, su personalidad sobresale por encima de sus compañeros, siendo considerado el padre del socialismo local, quizás en reconocimiento a su labor y a su temprana desaparición a los 43 años de edad; aunque evidentemente, en esa labor de difusión de las ideas igualitarias, intervinieron otros afiliados cuya identidad resulta más compleja de precisar dada la escasez de documentos escritos, gran parte de ellos destruidos o desaparecidos durante la Guerra y la postguerra. Hoy sabemos que, al menos desde 1910, debió de existir un pequeño núcleo de personas de ideales republicanos y socialistas con actividad digna de ser mencionada en las páginas del órgano oficial de expresión “El Socialista”, y que ya habrían mantenido contactos o reuniones con miembros foráneos del socialismo provincial.
Las primeras influencias del grupo marmolejeño pudieron emanar del núcleo socialista de Linares, donde desde 1887 se había fundado la primera Agrupación Socialista, madre y maestra, en la provincia de Jaén. Ese mismo año, el 18 de septiembre, se producía la primera visita de Pablo Iglesias a la ciudad de las minas para explicar el programa del Partido Socialista, entre cuyas reivindicaciones básicas estaba la jornada laboral de 8 horas y el cese de empleo de niños en actividades laborales. “Ésta y otras medidas en defensa de los trabajadores empezaron a ser conocidas y valoradas por artesanos, mineros y metalúrgicos, grupos entre los que ya empezaba a circular “El Socialista” (1). Posteriormente, una vez se produzca la consolidación del núcleo linarense y el maestro laico José Lorite Castor tome protagonismo en el socialismo provincial, se hubieron de producir los primeros contactos con obreros simpatizantes de nuestra comarca.
No cabe duda de que Lorite conocía la situación del socialismo marmolejeño desde algunos años antes a su marcha a Almansa en 1905, y que tuvo que mantener correspondencia escrita con Gaspar Casas, pues hacia 1911 reflejaba en el periódico “El Socialista”, las inquietudes del núcleo socialista local en un artículo denominado “El socialismo en las villas”, escrito en Almansa (Albacete), donde ejercía de maestro en la escuela laica que él mismo fundara en la Casa del Pueblo de aquella ciudad. Por su contenido valioso lo ofrezco íntegramente, al constituir un testimonio gráfico interesantísimo de cómo el socialismo empezaba a plantearse en serio su difusión en los núcleos de tradición agraria con graves problemas de caciquismo y falta de derechos políticos y laborales:
“ Marmolejo, Ayora, Tobarra, Beas, Mahora, etc, etc, tienen una masa de campesinos ávida de que se les organice y oriente; sin amparo de nadie porque ignora su poder; sumida en la más crasa ignorancia, pero hastiada de experimentar desengaños, soportando el ominoso yugo del más repulsivo caciquismo, no se explica el fácil modo de su emancipación; más apenas oyó hablar de lo que motiva su esclavitud económica; de que ésta es la causa de la dependencia política de los ciudadanos, y se compenetra del concepto de “lucha de clases” y del porqué de su existencia, y de que el individual sistema de propiedad que nos rige pugna cada vez más con la forma colectiva de producir, nótase en los caracteres de la multitud, la sensación de la alegría que el conocimiento de estas nociones les produce e inmediatamente se oye comentar: “Lo que acabamos de oír no nos lo ha dicho hasta hoy ninguno de los falsos redentores con quien constantemente topamos”. “!Pero si eso lo sentimos nosotros aquí dentro desde que éramos jóvenes!”. “Si son nuestras ideas las que nos han de salvar”, y enseguida solicitan el ingreso en nuestra filas. Pierden el miedo, desatan su lengua, enmudecida por la opresión que sufren; rechazan las coacciones de sus tiranos y se yerguen, se aprestan a la más hermosa rebeldía.
La propaganda en las villas y aldeas es lo único y quizá lo mejor que nos resta por hacer. Lo mejor, porque los obreros agricultores no están minados por los falsos oreos de la viciada civilización burguesa que en las grandes urbes prepondera, donde el alcoholismo, la prostitución, el juego, el soborno, etcétera, tantas trabas oponen, y en donde una impudicia corte de profesionales electoreros, realizan esa indigna educación política que tantas energías mata, que tantas voluntades atrofia, embriagando a los ciudadanos y haciéndoles votar repetidas veces y hasta cultivando el matonismo, acostumbran a los obreros a que se presten como humildes ovejas para entronizar a sus verdugos.
En las villas no hay alcoholismo porque escasea el dinero; es difícil la prostitución porque todos se conocen; no se suele votar, porque no se ejerce el derecho, y el que individualmente protesta, sufre las consecuencias. No hay otra providencia que el hipócrita páter, ni otro amparo que el zorro alcalduelo de gramática parda, asesorado por un vivillo secretario, ni otro dios que el ramplón usurero, apoyados todos por el gran cacique comarcano.
Allá los desdichados campesinos, creyendo que su redención es un sueño irrealizable, se resignan y soportan tributos, vejaciones y toda clase de atropellos, viniendo a ser el mejor apoyo de las instituciones burguesas…..Mientras haya tantos pueblos de menor cuantía indiferentes y sin organizar, no hay cuidado; están allí el cura, el alcalde, el juez y el jefe militar que saben al dedillo por dónde y cómo anda la gente en materia de organización política y económica y que vigilan amenazando o prodigando falsos consejos…..Llevemos la propaganda socialista a los campesinos, y velemos por su organización; ofrezcámosle un eficaz programa agrario, eduquémosles a lo socialista, y la histórica frase “veni, vidi, vinci”, volverá a resonar por todos los ámbitos del país. Y no se arguya que los grandes centros irradian su influjo a los pueblos circundantes, no. Basta que cualquier agente sorprenda con argucias y augurios de negros contratiempos y represalias para que los sencillos, los incautos jornaleros, suspendan sus trabajos de organización y se afirme y perdure el dominio de los zánganos, de los chacales, de los caimanes.
Ya que casi están organizados los obreros de la industria, dirijamos nuestra acción a dichos pueblos; hagámoslo por algún tiempo, preferente objetivo de nuestra educadora labor. Y que hay que proceder con rapidez y actividad y optimismo, pues los buenos resultados no se hacen esperar, lo demuestra el hecho de que en distintos puntos de España, lo quieren, lo piden, lo esperan con gusto los citados obreros.
Hoy la mejor recluta de nuestro partido está en los campos. Sírvanos de ejemplo Torredonjimeno. Mancha Real, Villena, Almansa, Alhaurín, Pinos Puente, Chauchina, Petrel, etc. Servir al obrero del terruño es obra reproductiva, es honrar y engrandecer a nuestro Partido.-José Lorite, Almansa, 9 de julio de 1911.”
Al igual que observamos en el socialismo nacional y linarense, los primeros dirigentes socialistas marmolejeños, excepto Gaspar que era jornalero del campo, pertenecían a otras ramas de la producción: Antonio García Martínez era zapatero, con taller propio en la calle Maestro; Andrés Rodríguez, panadero, e Ignacio Expósito Villar, albañil. Sin embargo a medida que pasen los años van a ser los compromisos, tanto del partido como de la UGT, con las reivindicaciones de los jornaleros del campo, quienes consigan atraerse hacia el credo socialista al grueso de éste numeroso colectivo, sobre todo en la provincia de Jaén.
-Antonio García Martínez "Maqueano" (Andújar,1890-Madrid,1953).
Otras influencias de signo igualitario llegaron hasta nuestra localidad del republicanismo de inspiración social de finales del XIX, con un principal exponente en el montoreño Esteban Beltrán Morales (1854-1920), autor de varios libros sobre socialismo y cooperativismo agrícola de gran popularidad y difusión entre las organizaciones agrarias de comienzos del XX; también de los movimientos anarquistas vinculados a la Primera Internacional, con especial arraigo en la campiña cordobesa, en localidades de nuestro entorno geográfico como Villa del Río, Bujalance y Montoro.
Por otro lado no podemos obviar las influencias del republicanismo y de las corrientes democráticas surgidas del liberalismo más avanzado de fines del XIX. No cabe la menor duda que el socialismo jiennense en sus inicios fue de la mano de los partidos republicanos de corte pequeño burgués y de hecho hizo causa común con ellos en varias elecciones a lo largo del periodo de la Restauración Alfonsina. Esa peculiaridad la observamos también en Marmolejo, donde el electorado republicano y socialista se une para apoyar con sus 56 sufragios al candidato socialista Pablo Iglesias, y al republicano Eduardo Fernández del Pozo, en las elecciones del 8 mayo de 1910, a las que el Partido Socialista había concurrido dentro de la Conjunción Republicano-Socialista.
Gaspar Casas Cano nacía el 15 de mayo de 1882; hijo del matrimonio formado por Francisco Casas Lozano y de Juana Cano Muñoz, jornaleros del campo y por tanto de extracción social muy humilde. Su sobrina Juana Casas Pastor, hija de su hermano Manuel, le recuerda en los últimos años de su existencia viviendo en un cuarto alquilado en la calle de las Huertas, haciendo esquina con la calle Norte (esquina norte), donde casi todos los días acudía a llevarle el café desde la casa de la calle de las Cruces (hoy Jesús, por encima de la de Carlos Sánchez “Triguero”). Serían los años finales de su vida, 1929-30, pues ya se encontraba bastante debilitado por la afección pulmonar que padecía provocada por una tuberculosis en estado avanzado.
Era hombre de campo, soltero; dominaba bien el oficio de cortaor, al igual que sus hermanos Manuel y José; todos ellos gozaban de cierto prestigio y llevaban a su cargo cuadrillas de jóvenes cortaores. Como “maestros” eran los que señalaban a los auxiliares y aprendices las ramas que habían de cortar (2).
Otra de las cualidades de Gaspar era su afición por la lectura, pasión que le llevó a impulsar la creación de una pequeña biblioteca en el Centro Instructivo Obrero, así como su costumbre de difundir las ideas socialistas en los lugares públicos más concurridos como El Losado y la Peana; allí gustaba comentar las noticias de la prensa y sus opiniones sobre las cuestiones políticas y sociales del momento. Su sobrina le recuerda acudiendo al casino de “El Komifor” para tomar el aguardiente del acreditado alambique de Espinosa, donde aprovechaba para mantener civilizados debates sobre cuestiones de la política nacional y sobre las condiciones deplorables de vida de la clase jornalera. En ése emblemático lugar de encuentro de la sociedad marmolejeña más selecta, donde también concurrían afamados aguanosos, solía dialogar con el cura del pueblo en un clima de respeto y concordia a pesar de sus convicciones laicas; leía la prensa que llegaba a Marmolejo, entre otros periódicos, “El Socialista”, que acostumbraba dejar al párroco bajo el tapete de una mesa del casino para que lo leyese, según el testimonio de su sobrina Juana.
El hecho de que Gaspar era una persona aficionada a la lectura lo corrobora el que adquiría libros que ponía a disposición de los afiliados socialistas. Uno de ellos, el titulado “Heraldos del Porvenir”, lo conservó su sobrino, Eduardo Casas Pastor, hijo de su hermano Manuel. Este librito al que he podido tener acceso gracias a la gentileza de su hija Trinidad Casas Perín, aparece numerado con la cifra 14 y puede que constituya la única pieza conservada de la biblioteca del Centro Instructivo Obrero de la calle Maestro, pues su edición se remonta a 1919.
La etapa de consolidación y las primeras luchas campesinas:
La tarea emprendida por los teóricos del socialismo jiennense y nacional a lo largo de la décadas iniciales de siglo, y la labor de organización y de divulgación de las ideas socialistas realizada en Marmolejo por el pequeño grupo liderado por Gaspar y José Lorite, empezaba a dar sus frutos entre unos trabajadores del campo que ya no estaban dispuestos a soportar por más tiempo la situación de penuria en la que se desarrollan sus vidas. El año de 1919 iba a convertirse en uno de los más conflictivos en la provincia de Jaén. Según fuentes del Instituto de Reformas Sociales se reflejan 28 huelgas en la provincia: 22 de obreros agrícolas, dos de mineros, una de zapateros, una de fábricas de cosidos, y una huelga general de diversos oficios, concentrándose los movimientos más importantes en el triángulo que conforman Arjona, Porcuna y Lopera, allá donde las condiciones de vida del los jornaleros llegan a situaciones extremas y existían agrupaciones socialistas de cierta pujanza.
En Marmolejo esta oleada de tensión social tomaría cuerpo en el movimiento huelguístico de los aceituneros. La huelga tuvo lugar el 14 de diciembre y había sido impulsada a nivel provincial, por la Federación Provincial Obrera, organización que, constituida en septiembre de 1919, hizo suyo el programa del sindicato socialista UGT e insistió en la necesidad de entregar a las sociedades campesinas las tierras no cultivadas o de escasa productividad, así como aperos de labranza, abonos y maquinaria (3). Sin embargo los motivos de la huelga fueron en esta ocasión: pedir la supresión de los trabajos a destajo, un salario mínimo de 5 pesetas para el hombre y de 2,50 pesetas para las mujeres y menores
Hemos de apuntar respecto al movimiento obrero de diciembre, que mientras en Lopera y Porcuna, se dieron cruentos enfrentamientos de los jornaleros con la Guardia Civil (en Lopera murió una niña y resultaron heridos 18 trabajadores y contusos tres guardias); y en Andújar terminaba clausurándose el Centro Obrero, en Marmolejo tenemos noticias de algunos paros celebrados en la mañana del día 14 con la participación de líderes ugetistas y obreros afiliados. Así, desde la finca de Herrero, propiedad del marqués de Villalbo, ubicada en las proximidades de Sierra Morena, un grupo de aceituneros de aquellos pagos, encabezados por Ignacio Expósito, bajaron hasta Marmolejo para hacer públicas sus protestas ante las autoridades locales. “A ellos se les unirían otros tantos compañeros que se vienen andando desde lejanas caserías de la sierra y la campiña”, según el testimonio del socialista Alfonso Rodríguez Flores (4).
-Ignacio Expósito Villar (Marmolejo,1890-Jaén,1942).
Desconocemos la repercusión que tuvo el movimiento y si hubo, o no, acciones violentas, pero de todos es sabido la alarma que cundía entre los propietarios y autoridades locales ante cualquier reivindicación obrera, a la postre, siempre confundida con una invitación a la revolución social. De hecho la Federación Provincial de UGT de Jaén, manifestaba su descontento ante las actuaciones desproporcionadas de las autoridades de algunas localidades de la comarca, frente a los huelguistas. En “El Socialista” del día 15 de diciembre quedó reflejada la protesta de los sindicalistas: “Ante la serie de incalificables atropellos que las autoridades puestas al servicio de los patronos vienen cometiendo con los obreros dedicados a la recolección de las aceitunas, y que actualmente se hallan en huelga para conseguir aumentos de salario el comité de la Federación Provincial de Jaén adoptó los acuerdos siguientes: Primero: pedir la destitución del Alcalde de Andújar por considerarlo un obstáculo insuperable por su mala fe, para que patronos y obreros lleguen a una inteligencia y como medio de que en aquella ciudad no degenere el problema en una perturbación de orden y en un cuerpo a cuerpo entre la Guardia Civil y los trabajadores. Segundo: pedir asimismo que cesen inmediatamente los atropellos que se están cometiendo en toda la provincia contra los trabajadores organizados. Tercero: que se pongan inmediatamente en libertad a todos los trabajadores detenidos injustamente por el problema de la petición de mejoras. Cuarto: que se abran diligencias para depurar responsabilidades en que han incurrido el juez municipal de Arjona y que se destituya”. (5)
Las elecciones municipales celebradas el 8 de febrero de 1920, suponen un nuevo peldaño en la consolidación del Partido Socialista dispuesto a utilizar las instituciones burguesas para corregir los desequilibrios sociales existentes: Gaspar Casas obtuvo acta de concejal junto a su compañero de partido el andujareño Antonio García Martínez “Maqueano”, otro histórico del socialismo local afincado en Marmolejo y encomendado al oficio de zapatero. Ambos fueron los primeros concejales surgidos de candidaturas obreras y les veremos llevando el timón de la organización socialista y participando en todos los actos reivindicativos de carácter obrero que tienen lugar en la década de los veinte. Implicados también en la organización del sindicato de trabajadores del campo de la UGT los vemos en abril de 1922 participar en un mitin de la Unión General de Andalucía junto a Ignacio Expósito y el dirigente ugetista, miembro de la ejecutiva nacional, Wenceslao Carrillo (6).
-Wenceslao Carrillo Alonso-Forjador, (Valladolid, 1889-Charleroi-Bélgica,
1963). Miembro de la Ejecutiva Nacional de la Unión General de
Trabajadores visitó el Centro Instructivo Obrero en abril de 1922,
interviniendo en un mitin junto a Ignacio Expósito y Gaspar Casas.
1963). Miembro de la Ejecutiva Nacional de la Unión General de
Trabajadores visitó el Centro Instructivo Obrero en abril de 1922,
interviniendo en un mitin junto a Ignacio Expósito y Gaspar Casas.
Dentro de la línea ascendente emprendida por las candidaturas socialistas a nivel nacional, Andrés Rodríguez Gómez, “El del Ventorrillo”, era elegido concejal en 1922, siendo así ya tres los integrantes de la minoría socialista en el Ayuntamiento. Andrés era panadero y propietario de un pequeño ventorrillo para venta de pan y comestibles, en la calle Gamonal cerca de la esquina de la Peana; años después, tras las municipales del 12 de abril de 1931, sería proclamado, por elección democrática, primer alcalde socialista de la localidad.
Este primer grupo socialista va a estar muy comprometido con solucionar las diferentes situaciones de penuria en que se encontraba la clase jornalera campesina de la localidad y en la regeneración democrática de la vida política del momento. Sus líneas básicas de actuación, entre 1920 a 1923, he podido rastrearlas tras un análisis exhaustivo de sus intervenciones en las sesiones plenarias, en las que tanto Gaspar como Antonio García desarrollan su ideario político y social mostrándose muy activos frente al bloque de poder monárquico, si bien, en ocasiones, algunos concejales liberales de la corporación mostraron sintonía con algunas de las reivindicaciones de la minoría socialista, sobre todo en temas como la construcción de viviendas asequibles para la clase obrera y la mejora de la enseñanza pública (7).
Como vamos a ver su labor en el cargo de concejales la van a concretar en la denuncia de los abusos cometidos por un sistema político que, tanto a nivel nacional como local, aparecía viciado por el excesivo uso de las prácticas caciquiles y por el peso específico de los intereses económicos de los todopoderosos terratenientes, siendo incapaz de dar soluciones a los problemas sociales que aquejaban a las clases populares. El contenido de su programa político-social, a nivel local, podríamos resumirlo en las siguientes líneas (8):
* -Transparencia en el gasto público y en la recaudación de los impuestos locales.
* -Equilibrio en los presupuestos municipales
* -Abolición de prebendas y favoritismos en la recaudación de los impuestos, sobre todo el de consumos.
* -Mayor control en el Pósito de Granos, como herramienta clave para atenuar los efectos de los años adversos en el campo, evitando privilegios y abusos en la concesión de préstamos a los “protegidos” del gobierno local de turno.
* -Máxima legalidad en la concesión de las contratas de obras y servicios, evitando los favoritismos y prebendas hacia los “amigos políticos”.
* -Construcción de viviendas para la clase trabajadora que ponga fin al hacinamiento en que viven los jornaleros de la localidad, con tres y cuatro familias viviendo en la misma vivienda. Se insistirá en este sentido en la construcción de nuevas viviendas en el Ejido de la Estación, y de casas en los solares vacíos de la calle Zapateros.
* -En otros momentos se van a pedir la ejecución de medidas remediadoras de las situaciones más calamitosas para los pobres, como el reparto de panes, la incautación de trigo de las grandes fincas y de los hornos de pan; o bien medidas de prohibición de las ventas libres de carnes sin ningún control sanitario. El reparto de los panes se solicitó en varias ocasiones con motivo de la fiesta del 1º de Mayo, aunque también la Corporación presidida por Juan Antonio Gay Colmenero, (un alcalde independiente), la hizo extensible en el año 1923 a la fiesta de San Julián con el reparto ese año de más de 600 panes.
* -El reparto de la tierra entre los jornaleros, especialmente de las tierras tanto públicas como privadas en situación de improductivas.
* -Dentro del talante reivindicativo frente al poder instituido, no fueron raras las iniciativas impregnadas de un laicismo anticlerical muy avanzado para la época. Por ejemplo, a menudo la minoría socialista se negó a asistir a los actos oficiales de la Corporación en las festividades religiosas o se opondrán rotundamente a que el Ayuntamiento se haga cargo de los gastos del obispo en su visita a la localidad. También el talante antimilitarista y la animadversión hacia las fuerzas del orden, como la Guardia Civil, para ellos al servicio de los intereses de los patronos para reprimir a los obreros. En junio de 1922 los concejales socialistas amenazaban con votar en contra de la adquisición de una casa cuartel para la Guardia Civil si antes no se arreglaban los locales de las escuelas nacionales “en donde los niños -dice Gaspar- están hacinados careciendo de aire, luz y de todas las condiciones de la pedagogía moderna”. En este sentido el apoyo a la educación pública, de signo laico, estuvo siempre muy presente en sus reivindicaciones.
* -Apoyo a los pequeños industriales y obreros frente a los intereses especulativos y abusivos de las sociedades industriales con implantación en la villa como la Sociedad de Aguas Minero-Medicinales, o la compañía “La Electra Vega de Armijo”.
La labor reivindicativa de estos primeros socialistas no fue siempre bien entendida por las autoridades locales de estos años iniciales del veinte, que como era de esperar, se manifestaron poco receptivas al conjunto de medidas solicitadas que luego, paradójicamente, algunas de ellas, acababan incorporando, como propias, a sus programas políticos, sobre todo cuando empiecen a considerar a la minoría socialista como un serio rival político a tener en cuenta.
El Centro Instructivo Obrero:
Es evidente que la mayor contribución de Gaspar al socialismo marmolejeño la vamos a tener en la fundación del Centro Instructivo Obrero, entidad obrera socialista fundada el 14 de julio de 1918 para acoger en su seno al sindicato UGT y al Partido Socialista Obrero Español. Hoy sabemos que en este empeño fue decisiva la intervención de José Lorite (9), y uno de los padres del socialismo jiennense, difusor del socialismo en la comarca de Linares en los años postreros del XIX y posteriormente, hacia 1903-1905, por casi todas las comarcas de Jaén Es difícil de precisar por qué José Lorite recala por Marmolejo entre finales de 1917 y principios de 1918, fijando aquí su residencia para dedicarse a la labor docente de los hijos/as de los obreros afiliados al Centro Instructivo. Seguramente lo haría invitado por el núcleo originario del socialismo local, asunto que ya habría sido tratado en alguna de las visitas que este maestro laico, amigo personal de Pablo Iglesias, realizara por Marmolejo, años atrás, en su misión difusora del partido obrero. Su labor durante el periodo que estuvo en nuestra localidad fue vital para la culturización y alfabetización de los hijos/as de los obreros, a través de enseñanzas racionalistas, de profundo contenido laico y humanista, e impregnadas de admiración por la naturaleza como modelo referencial en el que mirarse las conductas humanas. Las actividades complementarias de la escuela del Centro Obrero, conocidas a partir del testimonio de un antiguo alumno, Miguel Barragán González, son coincidentes con las desarrolladas en la escuela de la Casa del Pueblo de Almansa, entre 1905-1012, en la que también está presente Lorite. “Éste logró formar con los niños un orfeón que amenizaba con sus cantos, normalmente de himnos compuestos por el propio Lorite, las celebraciones de fin de curso y los aniversarios de la escuela. Con motivo de estos actos los alumnos realizaban en el salón del centro obrero una exposición de trabajos manuales, recitaban cuentos infantiles, cantaban himnos y entonaban poesías. Durante la noche en la escuela se impartían clases para adultos”.
-Los jornaleros del campo acudían, casi a diario, a la plaza de la
Constitución a buscar el trabajo que ofrecían capataces y encargados de
los propietarios agrícolas.
Constitución a buscar el trabajo que ofrecían capataces y encargados de
los propietarios agrícolas.
Lorite fue igualmente el impulsor, dentro de las actividades de la escuela, de la celebración de la “Fiesta del Árbol” para inculcar a los niños el amor por la naturaleza, con siembra de árboles de distintas especies en los parques públicos (10). En Marmolejo perduró esta costumbre bajo el nombre de “Fiesta de la flor”, durante el mandato del alcalde Alfonso Sánchez Solís, entre 1924-1925. La eficaz labor docente realizada por Lorite en la escuela del Centro Obrero es un hecho constatable, pues la mayoría de los casi 200 afiliados del sindicato socialista que sufrieron cárcel en Jaén, tras la huelga revolucionaria del 6 de octubre del 34, sabían leer y escribir correctamente, como he podido comprobar en los expedientes personales de los presos conservados en el Archivo Histórico Provincial.
Gaspar fallecía el 26 de abril de 1930, curiosamente según recuerda su sobrina Juana, en plenas fiestas de la romería de la Virgen de la Cabeza de aquel año. Su espíritu laico y su sentido crítico no fue obstáculo para que cuando llegaban los misioneros a Marmolejo fuese a escucharlos pues valoraba algunos de sus mensajes básicos a cerca del cristianismo primitivo y la forma de exponerlos. El carácter afable y dialogante pero, al mismo tiempo, su compromiso y lealtad con los principios a los que fue siempre fiel, hizo que a su sepelio acudieran en absoluto silencio y respeto una impresionante multitud para darle la despedida. Lo enterraron en la llamada “corraleta” del cementerio de Santa Ana, en el suelo, -según se entraba a la derecha-, cerca de la tapia que daba al camino de las aceñas de Ribera, pues dejó dicho a sus hermanos que deseaba ser enterrado por el rito civil y de la forma más humilde posible; y así se cumplió.
Algunos testimonios apuntan que sobre el ataúd fue colocada la bandera roja del Centro Instructivo Obrero y antes de darle sepultura se leyeron emotivos discursos por los compañeros socialistas desplazados desde otros puntos de la provincia.
Su sobrina, Francisca Casas, que sirviera de niña en la casa del propietario José Burlo García del Prado, recuerda escuchar decir a este señor, que Gaspar había sido “un socialista de los buenos”. Quizás sin pretenderlo ése hubiera sido un epitafio adecuado para su tumba hoy, por cierto, irreconocible.
Notas, fuentes y bibliografía:
(1) Artillo González, Julio: “La llegada del socialismo a la provincia de Jaén, 1885-1995”. Edita: Universidad de Jaén, año 2001
(2) La familia de Gaspar Casas está preñada de personajes vinculados a la causa socialista. Sus hermanos eran Manuel, José, Francisco e Inés. Manuel contrajo matrimonio con Juana Pastor Santiago y tuvieron 6 hijos: Eduardo Casas, Pastor “Eduardito Casas” (n. 1910-m.2002, en El Vendrell) conocido dirigente socialista durante la República en nuestra localidad; Juana (reside en Santiponce), Rosa (falleció pequeñita), Francisca (reside en Santiponce), Gaspar (falleció en Santiponce,) y Miguel. El domicilio conyugal de Manuel Casas estaba en la calle de las Cruces (hoy Jesús) por encima de la casa de Carlos Sánchez “Triguero”. De allí se mudaron a la calle Zapateros frente a la carpintería de Francisco Plaza. Manuel era un afamado cortaor, con una gran clientela con la que no quería entrar en problemas por temas políticos. Por eso aunque era un obrero con ideas socialistas sin embargo procuraba no manifestarse públicamente al respecto. En cuanto a su hermano José, afiliado al sindicato socialista, tuvo a Ana María Casas Picón (fallecida en Marmolejo) y Juan José “Salerete” (1904-1988). Francisco casó con María Rodríguez y tuvo entre otros a José Casas Rodríguez “Cocina” (fallecido), afiliado al PSOE y a la UGT en el periodo de la Transición Democrática. Finalmente Inés casó con Francisco Vallejo y tuvo un hijo, Francisco Vallejo Casas, concejal socialista en abril de 1931, fallecido en plena Guerra Civil, el 25 de mayo de 1937.
Mi agradecimiento por los testimonios aportados por Juana y Francisca Casas Pastor, sobrinas de Gaspar Casas e hijas de su hermano Manuel. Juana nació el 6 de abril de 1920 y Francisca el 14 de agosto de1926; actualmente residen en Santiponce (Sevilla), donde tuvo lugar la entrevista el día 23 de noviembre de 2008. Mi agradecimiento igualmente a Trinidad (Barcelona) y Eduardo Casas Perín (Sevilla), sobrinos nietos de Gaspar Casas e hijos de Eduardo Casas Pastor.
(3) Tuñón de Lara, Manuel: “Luchas obreras y campesinas en Andalucía del siglo XX. Jaén (1917-1920), Sevilla (1930-1932)”. Editorial Siglo XXI. Madrid 1978.
(4) El afiliado a la UGT, Alfonso Rodríguez Flores, participó, a muy temprana edad, en esta huelga de aceituneros, siendo un testigo excepcional del movimiento huelguístico del 14 de diciembre de 1919, primera protesta importante, de carácter reivindicativo, organizada por el Centro Instructivo Obrero de la calle Maestro.
(5) Periódico “El Socialista” del día 15 de diciembre de 1919. Hemeroteca de la Fundación Pablo Iglesias. Madrid.
(6) Wenceslao Carrillo Alonso-Forjador, (nacido en Valladolid 1889, fallecido en Charleroi, Bélgica, 1963), padre del dirigente comunista Santiago Carrillo, se afilió al PSOE en 1905. A partir de 1920-1923 intervino activamente como dirigente nacional del sindicato socialista UGT.
(7) Francisco Torralbo Molina, conocido como “Paquito Torralbo” fue un mediano hacendado con molino de aceite en la calle Granados dando fachada trasera a la calle Suárez. Era soltero y juntó un pequeño capital según el testimonio de Juan Cañuelo Coba “Juanillo Ricardo”, quien llegaría a conocerlo personalmente. Aparece en las candidaturas del Partido Liberal, mostrándose muy condescendiente con las peticiones defendidas por los concejales socialistas. (Testimonio de Juan Cañuelo Coba).
(8) Resumen extraído de las intervenciones de los concejales socialistas entre 1920 a 1923. Actas de las Sesiones Plenarias del Ayuntamiento de Marmolejo. Ayuntamiento de Marmolejo.
(9) José Lorite Castor nació en Úbeda (Jaén), el 11 de marzo de 1862. En su partida de bautismo de la parroquia de San Isidoro de Úbeda, consta que era hijo de padres no conocidos, siendo su madrina Teresa Castor y sus padres adoptivos Andrés y Úrsula. Cursó por libre los estudios de Maestro de Primera Enseñanza Elemental, obteniendo el título de Maestro en la Escuela Normal Superior de Maestros de Jaén, en junio de 1899. Contrajo matrimonio con Antonia Gómez Alvarado, con la que tuvo seis hijas: Manuela (quien le ayudaba en sus tareas docentes en las clases que impartía a las niñas en el Centro Instructivo Obrero), Carmen, Teresa, Eulogia, Nieves y Josefa. Ejerció de maestro laico en Linares; Almansa, entre 1905 a 1912 (en esta ciudad era elegido además concejal por el PSOE en las municipales de 1909); Marmolejo entre 1918-¿1920?, y nuevamente en Linares. En el momento de su muerte, ocurrida el 31 de enero de 1927, como destacó en su nota necrológica el diario de tendencia primoriverista “Patria”, se encontraba desempeñando el puesto de oficial en las oficinas del Ayuntamiento de Linares, cargo que le ofreciera el alcalde José María Yaguas Jiménez, “sin que por ello se le exigiera el menor renunciamiento, ni la más insignificante mortificación espiritual”. La personalidad de José Lorite bien merece un estudio más profundo por la transcendencia de su labor en la difusión de las ideas socialistas no solo en nuestra provincia sino en otros lugares de la geografía nacional. Fuentes consultadas: Archivo Municipal del Ayuntamiento de Linares, Registro Civil de Linares, Archivo Documental de la Diputación Provincial, y los trabajos del historiador almanseño Miguel-Juan Pereda Hernández: “La Casa del Pueblo de Almansa” y “Albores del Asociacionismo obrero en Almansa. Centenario de la Agrupación Socialista”. Mi gratitud a Miguel-Juan, por la colaboración prestada facilitándome estos documentos así como copia del expediente académico de José Lorite obrante en la Escuela Normal de Magisterio de Jaén.
(10) Testimonio del marmolejeño Miguel Barragán González (ya fallecido), alumno en la escuela de Lorite ubicada en el Centro Instructivo Obrero de la calle Maestro nº 27. Por otro lado Francisco de Luis Martín en su libro “La cultura socialista en España 1923-1930”, (Universidad de Salamanca, 1993) hace referencia a las actividades de la escuela de la Casa del Pueblo de Almansa, dirigida por José Lorite Castor.
1 comentario:
Gracias, Manolo, por ilustrarnos con la historia de nuestros antepasados.
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