La presa de Pedro Abad enseña sin pudor las vergüenzas de quienes habitamos aguas arriba, envases plásticos de productos para uso agrícola y doméstico de todo tipo que debieran terminar en plantas de reciclaje acaban arrastrados por las aguas en mares y océanos.
Si no somos capaces de respetar y cuidar lo que nos da la vida, nuestro río y nuestro entorno natural, difícilmente puedan sobrevivir generaciones futuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario