A pesar de la prohibición, San Julián, como todo Marmolejo, disfrutó también de su candelaria; como teníamos previsto, dejamos quemar en el fuego todo lo malo, el abuso de poder, la intolerancia,….. y la noche quedó perfecta, tanto, que hasta nos obsequiaron con un premio. El jurado del “Concurso de Candelarias” organizado por la Hermandad de Jesús preso y Nuestra Sra de la Esperanza consideró oportuno premiarnos con una paletilla, lo que agradecemos de todo corazón y esperamos que vengan a degustarla con nosotros el próximo día de Andalucía en el Cerro Pimiento.

    Una vez más desde este rincón olvidado de Marmolejo, los/as vecinos/as hemos conseguido que prevalezca el sentido común propio de la condición humana, que propicia el entendimiento y el respeto entre las personas normales y corrientes, pero claro, cuando se carece de esta condición y cualidad, a todas luces se trata de un caso patológico digno de estudio por los expertos.

     Aquello de “la calle es mía” era de otros tiempos, ahora que vivimos en Democracia, aunque aún quedan nostálgicos, habrá que recordarle que la calle no es de nadie y es de TODOS, con el debido respeto.